Xènia Ros

Mi propósito y compromiso vital están vinculados a la Naturaleza, el arte curativo del Qi Gong y las plantas medicinales.

Con esta mirada, acompaño a mujeres en las diferentes etapas de la vida a través de la terapia corporal “Shiatsu” y la Gestalt. También guío Caminatas Medicina, Baños de Bosque y encuentros conscientes con el Mar, nuestro Templo Azul.

El deseo de transmitir estas experiencias me ha llevado a cocrear la Formación de Qi Gong «Ona de Jade» y a colaborar con el postgrado de la Universidad de Girona «Valores y Significados Espirituales de la Naturaleza».

Me siento muy agradecida por todas las personas que he ido encontrando en el camino, inspirándonos en el valor esencial de cuidar la vida.

El recorrido que me ha traído hasta hoy

Mi interés por las artes curativas orientales coincidió con los primeros viajes a India y Tailandia, donde me formé en Divine Healing Arts en 1992. De Oriente aprendí la sencillez, la cooperación entre mujeres y las medicinas de la naturaleza (las plantas medicinales y su generosidad).

Al volver a Cataluña seguí profundizando en mis estudios. Me formé durante cuatro años como masajista en Zen Shiatsu y Ito-Thermie, durante tres años como profesora de Qi Gong  y un año más en Qi Gong terapéutico. Aprendizajes que aún continúan, y después de años de práctica me siguen maravillando como si fuese el primer día.

Desde el principio me cautivó la comprensión profunda que esta práctica ancestral tiene de la relación de las estaciones con la salud holística del «Ser». 

En 1996 di a luz a mi primer hijo en casa, en una masía rodeada de bosque, recuerdo los largos paseos en comunión con los árboles. Tuve la sensación de que en el parto una gran encina me acompañaba con su fuerza y sabiduría. A partir de ese momento empecé a recibir invitaciones para acompañar a otras mujeres en sus partos. La experiencia me ha llevado a ser doula y a aplicar el Shiatsu para el embarazo, el parto y el posparto. 

En 1999 di a luz a mi segundo hijo dentro del agua, me sentí recibiendo el gran mensaje del agua: «fluye, confía, deja ir». El Mar siempre me ha acompañado desde la niñez, gracias a mi madre, y cada vez lo escucho con más claridad. El Mar me recuerda mi origen y me inspira para compartir su dimensión más sagrada. Nadar conscientemente es una forma de meditación, un espacio de silencio.

Por otra parte, el trabajo corporal que ofrezco está vinculado a la terapia Gestalt, que se basa en  la práctica clave del “ darse cuenta”: darse cuenta es entrar en contacto en el aquí y ahora, con lo que uno es, siente y percibe.

Acompañar a adentrarnos en los aspectos espirituales que emana la Naturaleza es un camino que mi corazón reconoce. La parte silvestre, salvaje que ella es, me hace sentir en mi hogar, en paz.

¡Gracias por leer y estar!

Xènia Ros: 647115007

xeniaros@gmail.com

Xènia Ros - Tao Silvestre

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