Una propuesta de Eva Durán Cobos
Recuerdo que tanto mi madre como mi padre siempre habían mencionado la “sopa de farigola” que comían de pequeños, y que yo jamás probé. Cuando les pregunté acerca de la famosa sopa, que además es muy típica en Cataluña, se sumergieron en recuerdos de su infancia en los que se puso de manifiesto que era mi padre el que había comido muy a menudo esta sopa, no así mi madre. Se evidenció pronto su deseo de explicar más cosas, así que esta experiencia surge esta vez del padre, conectando directamente con un plato que cocinaba mi abuela paterna, la madre de mi padre.
La anécdota graciosa es que al preguntar si la comía con alguna búsqueda o fin terapéutico que recuerde que mencionara su madre, mi padre respondió con su particular sentido del humor: “Fines terapéuticos los desconozco, era más bien que la comíamos con un espíritu de supervivencia”.
Esta sopa es sencilla, económica, y por la manera que es elaborada, da una sensación de saciedad que a finales de los años 40 y principio de los 50, época en la que mi padre era pequeño, e incluso antes, en la posguerra de mis abuelos, comían por la falta de recursos en las familias.
Lo maravilloso de todo esto es que el tomillo es una planta con unas fantásticas propiedades terapéuticas, así que sin saberlo, mis abuelos y mi padre, se alimentaban de un buen alimento. Y además combatía el frío del invierno en casas que no poseían la calefacción que tenemos hoy en día. Mi padre recuerda que la comían en invierno con el fin de entrar en calor.
Según lo que él recuerda, me contó lo siguiente:
Ingredientes
- Pan seco
- Aceite de oliva
- Tomillo en rama (fresco)
- Sal
Preparación
En un cazo ponemos agua a hervir, y cuando rompa el hervor ponemos las ramas de tomillo en el agua y lo hervimos unos minutos. También se añade aceite, sal y pan seco. Al servirla, esta sopa poseía el delicioso sabor del tomillo.
El tomillo es una planta con las siguientes propiedades medicinales:
- Anti-espasmódico
- Anti-tusivo (muy bueno para la tos)
- Expectorante (favorece la secreción bronquial)
- Antiséptico (vías respiratorias, urinarias y cavidad bucofaríngea)
- Es eficaz como antimicótico en la Candida albicans)
- Aperitivo y digestivo
- En aplicación local tiene un efecto antiinflamatorio
- Además es antioxidante, potencia la acción de otros inmunoestimulantes
- Es un regulador hormonal (se sugiere puede ser un preventivo de patologías como el cáncer de mama).