Aceite de hipérico
«Desde muy pequeña recuerdo ir al campo con mi tía, la hermana de mi madre. Ha sido como una segunda madre para mí y es una apasionada de la naturaleza. Con ella he descubierto la magia del entrar en contacto íntimo con una flor, un olivo, una nutria o de la llegada de los abejarucos (abellerols, en catalán), cada primavera. Recuerdo que cuando salíamos en nuestras numerosas excursiones al campo había un momento del año que era especialmente “especial”.
Se trataba de ese día en el que dando nuestro paseo mi tía de golpe se ponía a gritar de excitación “¡ya han llegado!”. Yo me la miraba sin saber muy bien de qué se trataba y me la encontraba oliendo una flor que para mí había pasado inadvertida, de color amarillo, con su tallo verde con matices rojos… ¡había florecido el hipérico! Era alrededores de San Juan. Ella me explicaba que esta planta también recibe el nombre en catalán de la “Flor de San Juan”.
Llega con el solsticio de verano y está impregnada de esta energía de florecimiento y expansión. Luego me indicaba cómo recogerlo, con cuidado y sin hacer daño a la planta, me decía. Cogiendo un poco de aquí, un poco de allá, para no arrasar. Cuando llegábamos a casa de mi abuela íbamos a buscar unas botellas de cristal de color verde, que tenía guardadas en el pajar, para la ocasión. Preparábamos botellas de aceite de oliva y me explicaba que teníamos que macerar las flores en aceite durante como mínimo 40 días a “sol i serena”. Luego filtrarlo y guardarlo en botellas oscuras para conservar sus propiedades, de ahí que fueran verdes. Poco a poco iba entendiendo… la magia de la alquimia y de la preparación de los remedios caseros, a través del conocimiento del entorno y del amor por lo “hecho en casa”.
Cuando ya habíamos hecho todo el proceso se daba un momento que a mí me encantaba que se trataba de poner nombre a lo que habíamos hecho. Elaborábamos etiquetas para enganchar a las botellas, con el nombre del remedio y la fecha en la que se había elaborado. Después las guardábamos en un estante. Recuerdo un día que me hice un golpe y mi tía me comentó que podíamos ir a buscar el aceite para ponerlo en la pierna adolorida. Recuerdo el olor penetrante (por aquel entonces no me gustó demasiado), su tacto untuoso y lo que más me fascinó, ¡el color! Las flores amarillas habían teñido el aceite de rojo. ¡Eso sí que era magia!
Le agradezco mucho todos estos pequeños tesoros en forma de transmisión oral de sabiduría y amor por el entorno.
Así que ahí va la receta, era importante para mí, enmarcarla:
“OLI DE COP”, ACEITE DE HIPÉRICO
Ingredientes:
1 litro de aceite de oliva
200 gr de flores de hipérico acabadas de recoger, con cariño y respetando la planta y el entorno
Elaboración:
Macerar las flores en el aceite 40 días o más a “Sol y Serena” (a la intemperie), remeneando de vez en cuando. Pasados estos días filtrarlo y guardarlo en botellas oscuras de 60 ml aproximadamente.
Preparar etiquetas para poner en cada botella con el nombre y la fecha de preparación. Si hay niñ@s en casa puede ser algo bonito para hacer junt@s.
Propiedades:
Este aceite es ideal para la piel, como cicatrizante, o para los dolores musculares y articulares y por los causados por golpes y contusiones, de ahí el nombre.
Tiene propiedades astringentes, antisépticas y cicatrizantes, por lo que le hacen indicado para cuidar pieles grasas, ya que ayuda a reducir el exceso de grasa.
Propiedades de la planta, especialmente indicadas para la mujer:
Eficaz reguladora de la menstruación, tanto para menstruaciones muy abundantes como para las más pobres. Infusión de una cucharadita de flores, por 1 taza de agua. Tomar 2 tazas al día.
Esta planta en uso interno presenta muchas incompatibilidades con algunos medicamentos, así que si se está tomando algún medicamento se debe consultar si se puede compaginar el uso de los dos tratamientos.
Tampoco es recomendable el uso de la planta si se está embarazada o en proceso de lactancia.
Precauciones:
La planta de hipérico tanto tomada en infusión como utilizada sobre la piel en forma de aceite es muy fotosensible! No te expongas al sol si te acabas de poner este aceite o has tomado una infusión de la planta.
Agradecemos a Sara Cufí Astor por este precioso escrito y receta. Sara completó la formación El Viaje de la Mujer Cíclica el año pasado.