Los pomos de olor o pomander unen el perfume a la aromaterapia como manera de purificar el aire, la tradición llega de Medio Oriente y se conoce su utilización en Occidente desde la Baja Edad Media.
Yo los conocí gracias a Tew Bunnag un dia de invierno en el que me regaló lo que yo llamo directamente “fuerza concentrada” con esta preciosa bola de naranja y clavos de olor.
Para elaborarlas solo necesitas tomarte un tiempo de creación, tener naranjas o limones y clavos de olor.
- Paso 1. Con un lápiz o un rotulador fino sobre la naranja haz el dibujo sobre el que vas a poner los clavos de olor: espirales, circulos o cualquier forma que desees.
- Paso 2. Si la piel de la naranja es blanda, podrás poner los clavos directamente. Si la piel de la naranja es dura, puedes ayudarte de un utensilio con punta (palillos mondadientes, punzón, chincheta…) para marcar dónde vas a colocar los clavos. Haz un pequeño agujero por cada clavo.
- Paso 3. Coloca cada clavo en los agujeros que has hecho en la piel de la naranja.
Son tan vistosas que puedes decorar con ellas un centro de mesa, pero si la cubres de clavos las naranjas se van a ir secando por dentro y puedes perfumar un armario o lo que tu imaginación invente.
En aromaterapia los cítricos nos ayudan a revitalizarnos aportando frescura, activando los sentidos; además, el clavo es un gran antiséptico y limpiador-protector. Si te das un espacio para su elaboración agradeceras por años la experiencia 😉
Su olor abrazará tu casa durante muuucho tiempo!